domingo, 24 de abril de 2011

Lepisma saccharina superbum


Tras el disparo, el aire en el túnel se llenó de electricidad y humo. Por unos instantes, la enorme criatura convulsionó violentamente haciendo temblar el aparejo, antes de quedar quieta colgada en la trampa. Así y todo, por precaución, el hombre le seccionó los apéndices del último segmento; luego, la abrió en canal. Los estómagos se vaciaron con un crujido maloliente y entre la inmundicia  vislumbró lo valioso: libros aún sin digerir. Contento, los guardó cuidadosamente.
Entonces,  pensando en la simpleza de su oficio en el pasado, el restaurador destazó al mutante pescadito de plata.




http://nivaranicuchillo.blogspot.com/



9 comentarios:

  1. Vaya, u micro de acción con mensaje e ingenio. Muy bueno Mónica.

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  2. Los pececillos de plata convertidos en "pecezazos"... ciencia ficción 100% y seguramente culpa de los humanos, algún escape radiactivo...
    Besos

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Los libros, supongo, serían buenos, menudo empacho tendría el bicho si eran malos.
    Saludos

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  5. Conocía esta mini PERFECTA.
    Bravo Moni!!!

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  6. Sin embargo el micro era muy digerible.

    Blogsaludos

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  7. Qué buen micro, Mónica. Y me gusta el comentario de Adivín, je, je.

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  8. Ja, perfecto para el día del libro. "libros sin digerir", precioso.

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  9. Pues no me había percatado del día del libro, MA, y sí parece adrede.
    Muchas gracias a todos por sus amables comentarios.
    Saludos!

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