Cuando escuchó el disparo echó a correr. Un sudor frio le recorrió el cuerpo. No quería mirar atrás pero le venían pisando los talones. Sentía la respiración de alguien a su espalda. Miró de reojo y allí estaba. Pero no se rindió, siguió corriendo, y en un último esfuerzo entró en la meta con una sonrisa en los labios. Lo habia conseguido.
Sencillo, pero con principio y fin. Me gustó. Has puedo decir que me impactó aunque pueda parecer exagerado, pero es está muy bien desenvuelto el breve relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Andri
Genial, este domingo mi cuñado corre la maraton de Madrid pero no imaginé un final así.
ResponderEliminarGuaaau, ¡qué bueno!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y así exacto son las sensaciones que hierven en las almas de los corredores.
ResponderEliminarDe seguro que más de uno se ha podido ver con nitidez en éste espejo tan preciso que brindas con tu relato.
Me pareció un excelente texto de mini ficción, un abrazo
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