El domingo me dejó un ramo de rosas virtuales en el Messenger.
Me pasó un mate de amigos, el lunes, por el chat.
Jugamos un par de veces al pictionary en una página conocida el viernes, y a la semana siguiente tuvimos sexo cibernético… ¡el mejor que he tenido en mucho tiempo!
Cuando me acosté junto a mi marido, lo sentí roncar con fuerza y su cuerpo transpirado junto al mío, comenzó a molestarme.
Esa noche dormí en la otra pieza, con la portátil prendida, esperando a que él se conectara. Siento que el corazón me late en RGB y 98 DPI cuando lo siento conectarse.
La realidad virtual está tomando espacio a pasos agigantados, excelente escarcha :)
ResponderEliminarPuede chocarnos pero sí, ese tipo de relaciones ya están aquí aunque no muchos hablen de ellas.....todavía.
ResponderEliminarja ja Con los tiempos que corren tu personaje no es el único en esa situación.
ResponderEliminarMicro hiperrealista diría yo.
Un beso grandísima amiga!!!
¡Guau!, digo ¡miau!, cuan cierto.
ResponderEliminarLo virtual puede decepcionarte, sobre todo cuando las letras empiezan a oler como el sobaco de tu marido.
ResponderEliminarBlogsaludos
Más que soñar con robots perfectos hipersexuales, mejor con humanos.
ResponderEliminarLo demás son masturbaciones electrónicas al fin.
jajaja me gustó la frase final
ResponderEliminarSaludillos