Desde cierta distancia, agazapado, el monstruo verde la acechaba, la observaba. En un momento dado, sacó su lengua pegajosa con la que atrapó la joven hermosa como si fuera una mosca y, ¡fuán!, se la tragó. Cuando hubo eructado de satisfacción, todos en la aldea celebraron las fiestas de adoración a sus dioses.
Andri Alba
Safe Creative Protected
Andri Alba
Safe Creative Protected
Un poco tarde para la hora española, pero bueno. No dejé pasar la oportunidad de estar presente, aunque sea tarde.
ResponderEliminarUn abrazo a todos los colaboradores de este lugar.
Andri
¡Que energía, que vitalidad,... que lengua tan larga!
ResponderEliminarEstoy aplaudiendo éstas imágenes y esperando el vino en éstas fiestas.
ResponderEliminarBrr... qué asco... Es repugnante este monstruo. Buen relato
ResponderEliminarLos adoradores del Gran Camaleón en el pueblo Mosca.
ResponderEliminarMe gusta mucho este micro, Andri.
Besos.
Me alegra que, aunque tarde, te decidieras. Me ha encantado leerte Andri.
ResponderEliminarUn abrazo
Merecen adoración los monstruos verdes.
ResponderEliminarYo conozco alguno.