martes, 15 de marzo de 2011

Que hable ahora...

Se conocían hace muchos años. Habían compartido juntos episodios románticos, escenas inolvidables y novelescas historias de amor. Se podría decir de sus vidas que desde que se cruzaron en aquel cuento de hadas, él siempre fue un príncipe azul para ella y ella, una doncella de finas maneras para él. Ahora, por fin, y como todo el mundo esperaba de aquella inagotable pasión, había llegado el momento y los dos estaban a punto de darse el sí quiero definitivo:
-Estamos aquí reunidos para unir en matrimonio a Armando y Lucía -dijo el cura-. Si alguien se opone que hable ahora o que calle para siempre -prosiguió.
En la última fila, agazapado y con la mirada fija de los familiares sobre su boca, el narrador levantó la mano.

5 comentarios:

  1. Excelente.
    Tanto principeazulismo y princesarrosismo tenía que tratarse de un cuentote.

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  2. Más le vale al narrador decir algo bueno y lindo, pero...Me ha gustado. Un abrazo

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  3. Mi deseo coincide con el de Héctor, pero soy pesimista.Para que intervenga el narrador y la historia no decaiga ... ja ja.

    Es un gusto leerte Daniel

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  4. Por supuesto, si no sigue narrando no hay boda jajaja
    Saludillos

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  5. Pues no haber llegado ahí caray.
    Bicos Daniel.

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