Al principio todos teníamos una idea en común: la nave aterrizaría, se abriría la compuerta y tres siluetas aparecerían en el umbral. Así lo hicieron. Aquí la opinión se dividió, unos creíamos que dispararían un arma desintegradora y otros que darían un mensaje de paz. Ninguna de las dos cosas: todos caminamos hacia la nave. Ahí dentro, unos pensamos que harían crueles experimentos con nosotros, otros que nos torturarían y los más realistas que destruirían el planeta. Nos llevaron a una sala de conciertos. Vimos la sinfónica bien formada y pensamos que tocarían maravillosamente, que sería un asco, que harían malabares con los instrumentos, que se burlaban de nosotros o que querrían que les enseñáramos. Eso habría sido mejor que ver a Stravinsky, a Mussorgsky, a Mozart y a Mendelssohn junto con otros muchos quitarse los disfraces.
Como dicen.
ResponderEliminarEl espectáculo debe continuar.
Aupa Baizabal!!
ResponderEliminarufff eso sí que debe ser impresionante!! mucho mejor sin duda que las opiniones que se habían creado!!
Muy bueno!!!
Un abrazo!
Un placer para los sentidos. Viva la vida metaterrestre, están entre nosotros...
ResponderEliminarGostei muito do seu espaço,gostei tanto que resolvi ficar to seguindo desde ja e sempre estarei por aqui a te ler e comentar.bjos meus.
ResponderEliminarEs lo malo de los estereotipos...jeje
ResponderEliminarSaludos
Un micro de antología!!!
ResponderEliminarChapó.
ResponderEliminarBlogsaludos
Gracias a todos por sus buenas opiniones; por cierto, ¿habrá algún traductor de portugués?
ResponderEliminarjajaja me ha encantado. Muy divertido
ResponderEliminarSaludillos
Que bonito... ilusionador.
ResponderEliminarBicos Baizabal