Era una tarde perfecta para dejar a la tristeza instalarse bajo la piel. La melancolía latía entre las esquinas de la casa y las sombras se acurrucaban a mi alrededor buscando algo de calor. Las horas bostezaban atrapadas en el reloj mientras mis canciones desenredaban las emociones y uno tras otros los versos brotaban empapados en nostalgia.
Después de tres delirios y cuatro páginas decidí poner fin a mi locura y salí al jardín a buscar la solución.
La lluvia se derramó sobre mi cara sin compasión, el frío me atravesó sin piedad y la luna ni se asomó.
Al cabo de unos segundos, ya no quedaba ni rastro de ti.
Tonet, creo que tu personaje intenta persuadirme de un olvido que, aún, no es.
ResponderEliminarMe gustó mucho leerte.
Un abrazo
Uf, que fácil. ¿Y fue el agua o el frío?
ResponderEliminarBellísimo!!!!! me gusto el cierre.Saludillos van
ResponderEliminarAins, me identifico totalmente con este micro.
ResponderEliminarPrecioso Tonet y biquiños.