Terminó la creación de los insectos y le parecieron hermosos, terminó la creación de las aves y las vio buenas. Sin embargo faltaba algo que le deleitara los ojos y el alma, entonces, en un árbol, puso una colmena y debajo un nido de distintas aves. Al romper los huevos, las crías buscaban comida e ignoraban a las abejas; pero hubo una que estuvo atenta a su modo de volar, de suspenderse en el aire, de recolectar alimento, y lo perfeccionó.
Suave, sereno micro para un bellísimo título.
ResponderEliminarEl ave que se reveló a Dios.
ResponderEliminarUn abrazo
Excelente!! A la altura de la perfección del colibrí, Baizabal.
ResponderEliminarSencillamente, genial.
ResponderEliminarPrecioso :)
ResponderEliminarUn abrazo
Me encantó.
ResponderEliminarBlogsaludos
Maravillosa explicación del colibrí. Como desearía ver uno volar...
ResponderEliminarUn abrazo
Hay algo más hermoso que un colibrí? me ha encantado conocer la historia de su creaión!
ResponderEliminarGracias a todos por sus gentiles comentarios :)
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