Cuando yo era niño, mi padre era Dios. Durante la adolescencia, un demonio. En la madurez, una persona con defectos y manías que no quería heredar. Hace años que murió y noto cómo él crece dentro de mí por ese dedo meñique que se me atrofió, por la incipiente calvicie y porque me sorprendo echando migas de pan en el café del desayuno. Siento que pronto tendrá el control absoluto.
excelente Lola esos detalles que revelan el adn...
ResponderEliminarQué de verdad es este micro. Cómo nos parecemos a nuestros padres en todo: gestos, manías y defectos,
ResponderEliminar¡Y qué sorpresa descubrir que hacemos lo mismo que ellos, del mismo modo, lo que hemos criticado siempre!
Y qué bien contado, de qué forma tan simple.
Un beso, sólo eso y nada más.
Me sentí muy identificada con este post.
ResponderEliminarQuizás porque en mi infancia y en mi adolescencia, creo que habitaba junto a un demonio, lamento decir esto, pero fue una persona que daño mi vida y es el dia de hoy que pago las consecuencias.
Espero que no se repita la historia... no quiero tener nada de el que me haga recordarlo.
Besos directos a tu alma!!!
Y un beso enorme a Tonet que llegue hasta aca por el...
No se si es su blog o no ... pero siempre esta presente en mi casa y eso lo agradezco tanto!!!
Besos nuevamente directos al alma!!!
Sandra, Luisa, Alma, muchas gracias por vuestros comentarios. Me alegro mucho de que os sintiérais identificadas. Es cierto, queremos no parecernos, y sin embargo nos parecemos cada vez más conforme nos hacemos mayores.
ResponderEliminarBesos a repartir.
Me has emocionado Lola, quedé frente a la pantalla asimilándolo.
ResponderEliminarAsí es esta marea humana. Nuestros padres decrecen y vuelven a crecer. Hasta que somos ellos, tanto en la vida como en la muerte.
Un fortísimo abrazo
Lo has descrito de fábula. Yo hasta las migas del café iba de tu mano, plenamente de acuerdo... pero decir que "pronto tendrá el control absoluto" convierte el texto en una pequeña historia de terror. Estupendo Lola.
ResponderEliminarBesos
De acuerdo con lo que dice Ro, el giro final agobia y estremece...
ResponderEliminarBesos
Como historia tiene un cierre de círculo completo.
ResponderEliminarComo conclusión depende de uno dar diferentes cauces al destino propio.
Por mucho que hayamos sido afectados en algún momento debemos asumir nuestra auto determinación y ejercer nuestra voluntad para tomar el mando de nuestra propia vida, y hay que recordar que nadie es totalmente culpable, siempre han existido las circunstancias del momento dado.
Patricia, Rocío, Rosana, Carlos, me alegro de que os haya dicho algo el micro. Muchas gracias por comentar.
ResponderEliminarBesos triples.
Cuando era el niño-dios, en Moguer, ese pueblo... Creo que así empezaba el poema de Juan Ramón al que me ha recordado el arranque de tu texto. Después, como es lógico, camina por otros derroteros para atrapar al lector en el fluir del tiempo. Muy bien.
ResponderEliminarSaludos.
Muy acertado. Da pánico verse en ese espejo de pronto si la transformación ya tuvo lugar...
ResponderEliminarAbrazos
Lola, buenísimo!
ResponderEliminarnada más que decir, salvo que de tal palo tal astilla... aunque es un alivio que no siempre sea así...
un abrazo!
Que no me canso de ser
Fantástico¡¡¡¡
ResponderEliminarEs maravilloso como me llevas hasta el final...
Un abrazo
Precioso. Suave avance que se hace futuro del pasado. Lo he leído más de una vez para disfrutarlo.
ResponderEliminarBlogsaludos
Muy bueno, Lola, a veces nos da miedo lo que nos parecemos a nuestra madre y padre, como se adueñan de nosotr@s.
ResponderEliminarUn abrazo
Caboclo,Gemma, Sucede, Tonet, Adivín Serafín, Anita. Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarBesos a repartir.