Estamos esperando en la cola para poder mear en este árbol. Porque este es el árbol oficial donde tienen que mear los perros. Es la ley la que obliga a ello. Si, ya sé, se podría mear en cualquier otro sitio, es de tontos que todos meemos ahí, pero los legisladores estimaron oportuno que todos los canes depositásemos nuestros residuos en este lugar. Tenemos que olvidar el motivo que antes teníamos para orinar, es decir, marcar el territorio. Aquí en esta sociedad libre, democrática y avanzada eso está fuera de lugar. No sé. Algo en mi interior me dice que esto no funciona.
Pues vas muy descaminado. Tras lo del tabaco, seguro que llega esto.
ResponderEliminarLa dictadura del pensamiento único también llega al mundo canino. Nadie se salva del celo organizador del legislador. Todo sea por una sociedad más ordenada, etiquetada, uperisada, homogeneizada...
ResponderEliminarTu micro sí que funciona, la mar de bien diría yo. Dura crítica a las leyes de tres al cuarto que rigen nuestros días y que no tienen ni pies ni cabezan pero....que nos traen de cabeza (por decirlo de un modo elegante)
ResponderEliminarEs justo el árbol en el que han puesto un cenicero para los fumadores :-)
ResponderEliminarSaludillos
Los gobernantes hipócritas algún día convertirán la cola de perros para mear en un árbol en realidad de tanto voltear al otro lado mientras talan los bosques.
ResponderEliminarNo permítamos que sigan devastando la zona de lluvia del amazonas.
Es el pulmón de la humanidad.
Aprendamos de como los egipcios se libraron de Mubarak a expulsar villanos parásitos de los pueblos.
Los perros cumplen las leyes mejor que sus amos.
ResponderEliminarÚltima hora: se ha tenido que llegar a un acuerdo y poner más árboles...los de atrás se han meado antes de llegar al árbol :)
ResponderEliminarEs que hay cosas para las que no se puede esperar :) Un beso Torcuato y déjame decirte que es una deliciosa crítica a tantas absurdas imposiciones, me parece que cada vez hay menos libertad...para todo.
En quien buen arbol se orina la buena ley le protege o alguna tontería por el estilo. La cosa está cruda y amenaza con emperorar. Se habla de multar duramente a los que vayan por la carretera por la noche sin chalecos reflectantes. ¿Aconsejar no sería suficiente?
ResponderEliminarEn el fondo, las medidas que toman los gobiernos, no son para mejorar o proteger. Se resume todo a un mensaje subliminal:
ResponderEliminarESTÁS BAJO CONTROL
Algunas leyes están para "descumplirlas" o cuestionarselas, sobretodo si hablan de libertades.
ResponderEliminarUn abrazo
Dice Antonio Gala: si la democracia es la tiranía de la mayoría pue pongamos nuestras barbas en remojo, de alguna minoría todos formamos parte.
ResponderEliminarExcelente micro Torcuato
Torcuato, te cuento una mitad de miedo mitad de risa, una de esas para adolescentes que suelen ser infumables. En mi ciudad, señorial, según dicen, en ocasiones hasta lo ridículo, plantaron unos troncos de plástico en plazas y jardines, para que los perros hicieran sus cuestiones. después, no vas a creerlo, torcuato, después se tiraba de la cadena.
ResponderEliminarGracias a dios al menos los perros de mi ciudad creían aun en la desobediencia social y se negaron en masa a utilizarlos. Finalmente alguien con un poco de razón hizo que desaparecieran estos artilugios ridículos que se llamaron pipicanes.
Chupate esa, literatura, a ver si eres capaz de superar esa realidad.
Un abrazo torcuato (y perdón por las tildes, pero el teclado del iPod y yo recién nos estamos conociendo).
Gracias por los comentarios.
ResponderEliminarHugo, tu historia real, insuperable. Como siempre, la realidad es más sorprendente.
Abrazos
A ese tu perro le queda muy poca vida. El sistema no quiere gente pensante. Ni siquiera perros.
ResponderEliminarMagnífica parábola.
Besos pensantes.
O a lo mejor es el que más vivo está.
ResponderEliminarGracias, Kum
Me gusta ese perro que se rebela al pensar por si mismo. No sé donde acabará esto, Torcuato, pero no se trata de eliminar las prestaciones más excesivas para igualar a la población a encefalograma plano. Un saludo.
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