Había un dios tan lujurioso que inseminó a una mujer casada.
Había un dios tan goloso que en una fiesta en su honor se atragantaba con corderos sacrificados.
Había un dios tan avaricioso que ordenaba construir en su nombre templos adornados con oro y piedras preciosas.
Había un dios tan perezoso que, sin conocer el cansancio, descansaba un día a la semana.
Había un dios tan iracundo que castigaba a justos por pecadores arrasando ciudades enteras.
Había un dios tan envidioso de los fieles de otros dioses que mandaba declararles la guerra.
Había un dios tan soberbio que presumía de ser el creador de todo el universo.
Había un dios que pecaba como los hombres, pues por estos había sido creado.
Este micro me lo quedo y lo imprimo...
ResponderEliminarBesicos
Muchas veces he pensado que la religión nos presenta a un dios creado a imagen y semejanza del hombre. Pero aun así confío en que, algún día, el hombre desarrollará esas capacidades divinas con las que Dios le creó. Un trabajo de ingenio, tu relato. Una saludo.
ResponderEliminarLo muestran todas las mitologías: los hombres creamos a los dioses y éstos, como los hijos, se nos parecen
ResponderEliminarexcelente!
ResponderEliminary creo que más de uno ya ha llegado a la conclución de que los dioses son creados a partir de necesidades que luego pueden llegar a degenerarse en banalidades y otras yerbas.
un saludo
Glup...Quería salir en su defensa, pero no hay nada de lo que has dicho que no sea cierto :S No somos nada!
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ResponderEliminarExcelente el retrato que muestras del tipo de Dios que nos ofrecen los cultos, el auténtico Dios no les interesa por no aportar a sus intereses comerciales.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. De la "H" a la "o".
ResponderEliminarBesos sin Dios.
Si al Universo lo llamas Dios, es Dios. Si a la Naturaleza la llamas Dios, es Dios. Si a Dios lo llamas Dios, es Dios. Somos lo que creemos que somos.La realidad la pensamos y construímos con nuestros pensamientos. Ya somos grandecitos para buscar echar culpas.Por eso, si algunos creen en un Dios así, allá ellos. A mí me parece que el pensar en un ser superior todavía sigue conteniendo al hombre.Un gusto leerte, David
ResponderEliminarBelén. Gracias!!! Vaya piropo me acabas de echar!
ResponderEliminarBesos.
Pedro. Buena reflexión, buena esperanza la que tienes.
Un saludo.
Dr. Krapp. Gracias!!!
Salludos.
Patricia. es de esperar que lo que creemos sea a nuestra imagen y semejanza.
Besos.
Escarcha. Gracias, coincido con lo que dices.
Un saludo.
Artista. Jejeje... me quedo con la intriga de saber que había en tus otros comentarios.
Un saludo.
Carlos. Justamente uno de los grandes problemas de la humanidad ha sido la imposición de dioses de unas culturas, vistos cada uno como el auténtico, sobre los de otras.
Saludos.
Kum. Me alegra que estés de acuerdo.
Besos, sin dioses.
Millz.Que cada cual tenga su dios -llamándolo de cualquier forma- me parece perfecto, mientras no traten de imponérselo a los demás.
El gusto es mío.
Saludos.
Se pasa mucho tiempo hablando de lo que no existe, en fin, unicornios azules perdidos. Somos escritores, no lo podemos evitar.
ResponderEliminarUn abrazo
Amén hermano!!!
ResponderEliminarYo también me lo imprimo el micro.
Te ha quedado muy bien esa manera de contar como por versículos, imitando la biblia.
Abrazo
Genial, David
ResponderEliminarMe gusta, me gusta, me gusta, está muy claro todo lo que dices!
abrazos
Bicefa. Esa es una muy buena explicación ¿Quién es el verdadero creador?
ResponderEliminarUn abrazo.
Rosana. Amén, hermana!!! Jejeje. Simplemente enumeré los pecados capitales. ;)
Abrazos.
Ana. ;)... Gracias!
Besos.