La lista del paro continúa sumando nombres y mientras tanto las calles de las grandes ciudades, con prisa y sin pausa, siguen recogiendo a nuevos inquilinos que se mezclan con los habituales: estatuas humanas, manteros, cantantes, vendedores de mecheros, llaveros o flores, “perrifláuticos”, faroleros subsaharianos, lisiados de cuento, tullidos de corazón, músicos profesionales y simples aficionadillos, aprendices de poetas, trileros, malabaristas, titiriteros, mimos, pedigüeños profesionales, pintores de brocha fina, caricaturistas, chinos con su "palaguas", magos, repartidores de panfletos, minuteros, los compro-oro,... Todos ellos con un anhelo común, despertar una mañana y ver que al fin la vida les sonríe.
En 99 palabras
en trece letras... y dos palabras...
ResponderEliminari m p r e s i o n a n t e
'Cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas en remojo' dice el dicho.
ResponderEliminarYa he humedecido la mía.
Impresionanate!!!
Un abrazo
Ya ves, Miguel, y a tu lista se le suma un ángel caído buscando trabajo.
ResponderEliminarQue la vida les sonría y nos sonría.
Un abrazo.
Los imposibles están cada día más cerca, quizás debamos arrodillarnos.
ResponderEliminarGracias Nat. Podrían haber sido más palabras las mías pero creo que con esas es más que suficiente.
ResponderEliminarPatricia más nos vale a todos estar preparados. Nadie estar libre de ser el próximo.
Elisa es lo único que les queda. Esperar a que algún día su suerte dé un vuelco. La esperanza siempre queda ahí.
Saludos a los tres. Gracias por vuestros comentarios.
Adivín Serafín cada uno que espere como mejor le parezca, pero no estaría de más estar preparados.
ResponderEliminarSaludos
Casi he podido cantarlo con acento sabinero. Me ha encantado
ResponderEliminarSaludillos
Puck pues si te he reocrdado a Sabina haces que hoy me vaya a la cama mucho más contento. Para mí es todo un piropo.
ResponderEliminarSaludillos.
A mí también me recuerda a Sabina. Está muy bien escrito, me gusta mucho.
ResponderEliminarBesitos fuertes
Hola Miguel,
ResponderEliminarlo peor de todo esto es que es una realidad... y peor aún es que lo va a ser durante mucho tiempo. Yo también espero que un día les sonría la vida, pero esto sí que es ficción.
Gran texto, sobre todo por rescatar de la calle a todos sus moradores.
Saludos!!
Que no me canso de ser
Sara NY otra sabinera. Muchas gracias. Besos.
ResponderEliminarSucede claro que es una realidad. Yo trabajo en el centro de Madrid, y eso es lo que me encuentro día sí y día también por allí.
Saludos y gracias por vuestros comentarios.