
"Esperando allí con el frío tocando sus mejillas, esperando a alguien que podía tardar, mientras los colores del otoño se marcaban en cada parte de su retina. Grabando a fuego la escena, que allí volvería a surgir. Ella, le esperaba a él, pero no vendría. Y le seguiría esperando, aunque su cuerpo no se hubiera ido; porque entre la hojarasca, que dejaba el sonido alejarse pegado a sus pisadas tristes, escondido, roto, los trozos de un corazón ya helado."
Esperando entre el frío han muerto muchos. Yo uno de ellos, alguna vez, en algún tiempo, y también había hojarasca y corazones de agua.
ResponderEliminarOtra primavera vendrá que conseguirá derretir el hielo y hacer latir de nuevo el corazón
ResponderEliminarSaludillos
Un relato con mucho lirismo, refleja bien ese paisaje de otoño lleno de marrones, amarillos y rojos, con la hojarasca cubriendo el suelo. Me ha gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarComo dice Maite, el otoño va perfecto en este micro.
ResponderEliminarUn abrazo, William.
Muchas gracias compañeros, seguro que como yo al escribirlo, habéis sentido no solo los colores, si no los olores y sobre todo los sonidos del crepitar de las hojas.
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