Una semilla en esta tierra desolada, muerta, sin esperanza. Eso es lo que era, una contradicción desde el principio. Pero se aferró a la vida y germinó a pesar de todo, a pesar de mí misma, de mi cansancio, de mis miedos. He visto crecer a mi hijo con el fervor de quien presencia un milagro todos los días, pero hay cosas que no pueden evitarse. Por eso, mientras él ve nacer a los suyos, yo me marchito sin remedio.
Precioso. La vida es así
ResponderEliminarSaludillos
Puro sentimiento, Belén. Abrazos.
ResponderEliminarOlá neste sábado em meu blog minha coluna poética, uma homenagem ao grupo Roupa Nova e Bruno Martins no chá das 5. Conto com sua visitá lá.
ResponderEliminarinformativofolhetimcultural.blogspot.com
Magno Oliveira
Folhetim Cultural
Conmovedor. Sí, eso es lo que son los niños, pequeños milagros.
ResponderEliminarSaludos,
Rocío
Sí. Tal que así. Perfecto, Belén.
ResponderEliminarBesos!
que poético!
ResponderEliminarQué bueno que les gustara, muchas gracias a todos!
ResponderEliminarUn abrazo fuerte para cada uno.
Una madre es tan grandiosa, que a pesar de sus traumas,inseguridades y miedos, siguió adelante para que su hijo pudiera nacer, y ahora después de la misión casi cumplida, vuelve de nuevo a ser ese ser tan inseguro...
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