lunes, 24 de enero de 2011

¡Cuando me encuentren!

Me desperté con la lluvia en el cuerpo, después de tantos días de calor, ¡de descomponerme al sol!
Siento la brisa, hoy tal vez el viento lleve el hedor y mi cuerpo sea descubierto.
-¡Hey! ¡por aquí! ¡hombre! ¿que no lo huele?
Que tristeza ver la belleza que antes me identificaba convertida en gusano y larva, en odio y venganza.
Cuando me encuentren, podré dejar de cuidar mi cuerpo...y salir tras él.

4 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, Diana, pero no pillo la última frase. Esperaré comentarios.
    Besos.

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  2. Creo que yo sí, tu alma podrá descansar en paz cunado tu cuerpo (y los culpables) sean descubiertos.
    Muy bueno Diana!
    Un beso grande.

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  3. los finales siempre están abiertos, pero cuando lo escribí lo pensé tal como lo dijo Patricia.
    Lo que pasa (intuyo) es que las ópticas cambian según las creencias de cada país o región. Patricia y yo somos Argentinas, en nuestro país se habla de las almas en pena, que sólo descansan cuando ya no quedan cuentas pendientes.
    un saludo Torcuato y Patricia!

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  4. Me dió tristeza, sé que lo encontrará...

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