¿Cuántos sacos habría echado dentro del mezclador de masas en la fábrica durante ese día? Se preguntó el lunes a la salida. ¿Cuántos a lo largo de esa semana? Se dijo el viernes al sonar la sirena. ¿Cuántos ese mes? Se interrogó el día 30. ¿Y ese año? Brindando y comiendo uvas al son de las campanadas. Finalmente el día que firmó la jubilación no se preocupó de cuanta paga le quedaría. Simplemente dijó: “Mi vida ha sido un llenar sacos de harina.”
Torcuato González Toval
Espero cambiar de trabajo a tiempo para no tener que decir, al final de mis días: "Mi vida ha sido un llenar sacos de emails".
ResponderEliminarPerdón por preguntar esto aquí, pero qué tengo que hacer para escribir un microrrelato? Gracias!
¿Te imaginas lo que dirá un político cuando se jubile? Toda la vida llenando sacos de mentiras y bolsas de basura con billetes...
ResponderEliminarSalu2 con harina candeal.
Las crisis nos juegan malas pasadas y raras reflexiones...
ResponderEliminarUn saludo
La rutina llega a ser cargante
ResponderEliminarUn saludo
hay que intentar disfrutar de la vida todo lo que se pueda, cada minuto es irrepetible.
ResponderEliminarbesos
Y sin embargo él era importante en su puesto de trabajo, qué sería de las fábricas de pan sin el que llena los sacos de harina :)
ResponderEliminarAinsss buen recuerdo de que tengamos vida más allá del trabajo!!!!
ResponderEliminarSaludillos
Así transcurren las vidas de los más indefensos. Y todo se resolvería si se instituyen leyes que produzcan un fondo para compensaciones tanto en vida como a la jubilación, que bien pudiera provenir de los fondos de utilidades excesivas de bancos, financieras y aseguradoras, sin que por ésto tengan que pegar de gritos por que les quieren imponer un "ismo", es solo que el estado cumpla sus funciones de impartir justicia social.De no ser así seguiremos cayendo en espirales decadentes de crimen.Tal como se ha dado a través de los tiempos.
ResponderEliminarErnesto de la Carcova pintó un cuadro llamado 'Sin pan y sin trabajo' donde se ve una familia con la mesa vacía y, a través de la ventana, una fábrica cerrada. Aunque la rutina asfixie eso es peor.
ResponderEliminarUn beso Torcuato.
Algo más habría no? Si no vaya pena de vida.
ResponderEliminarEn mi pueblo hay muchos que llenan sacos de harina, pero de otra clase y salen en la televisión... jajaja
Un bico y reflexivo micro.
Que golpazo de tema, Torcuato. Carlos, serías un buen alcalde para mi pueblo. Núr, lee y escribe, lee y escribe, lee y escribe...abrazos a todos.
ResponderEliminarMenos mal que le llegó la jubilación. Espero que la disfrute y que comience a llenar los sacos de otras cosas más gratificantes.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Es un micro para reflexión Torcuato. Todo depende del énfasis e intención que pongamos en la frase final, me parece. Puede haber arrepentimiento pero también puede haber nostalgia. No son pocos los casos de personas que al poco tiempo de jubilarse se mueren, sobre todo los hombres. Y la cosa no pasa por el dinero, sino por lo que nos hace sentir útiles, aunque sea llenando sacos de harina.
ResponderEliminarMe gustó!
Saludos!
¡Toda la vida leyendo y comentando micros! ja ja
ResponderEliminarUn micro con mucha miga, nunca mejor dicho!
Abrazos