¡No sabía que escribir!, era su primera vez en ese lugar y quería causar una buena impresión. Caminó de un lado al otro poniendo distintas caras de concentración, cambiando de lapicera dos veces, ropa y peinado otro par. En ninguna de sus distintas poses de intelectual surgía algo interesante.
Otro intento: prendió velas negras y llamó a los espíritus de musas muertas que se presentaran para ella. Cuando una pequeña brisa apagó la llama, abrió los ojos y se encontró con una horrible aparición, de aspecto dantesco, sentada frente a ella con la netbook en sus piernas decidida a aportar su granito de arena con la energía cósmica de la imaginación… la pobre escritora sufrió un infarto; de ahora en más tendré que ser yo, musa y relatista.
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Que bueno que supliste a ésta posadora que confundía el trabajo de las letras con la moda.
ResponderEliminarBravo.
Le fue muy bien a tu escritora! que bueno por los lectores.
ResponderEliminarAsi que las musas...pueden ser feas? yo pensé que eran lindas y etéreas como las hadas. Al menos tienen buen corazón... Pobre escritora :S
ResponderEliminarVa a ser el problema que invocaste a unas musas muertas, cuando ellas están bien vivas!!
ResponderEliminar¡Ay, menos mal que no invocastes a las musas viudas! Tentarlas es fácil, lo dificil es salir de ellas...Un beso.
ResponderEliminarjaja lo de las musas negras me ha encantadao!!!mmmm me apunto la idea, si me dejas
ResponderEliminarSaludillo
Musas muertas: qué imagen. A vos sí se te dan las metáforas...
ResponderEliminarLo lamento por la escritora pero estoy segura que esta musa la suplirá muy bien
Un abrazo.
Lo que te faltaba! Microrrelatos!
ResponderEliminarQuè buena historia! Grande Dianita!
mmm me ha gustado, sobre todo esa vision que nos ofreces de la inspiracion
ResponderEliminarMuy bien Musescritora... ahora no podrás usar la excusa del poeta, que "las musas han pasado de mí, andarán de vacaciones".
ResponderEliminarBienvenida!
¡Qué bueno! Me gustó. Saludos cordiales
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