Se escapó del escondite en que la resguardabas de los falsos amigos, por ese miedo kafkiano que te confunde y te pierde en intrincados laberintos, esos que terminan todos en el mismo lugar. Dice.
Se escapó caminando descalza en la arena, el mar apenas rozando sus dedos, sus ojos controlando la tormenta por dentro y por fuera para que el rayo no la agarre desprevenida. Dice.
Se escapó y llegó hasta aquí, para decir que no solo las brujas provocan sortilegios. También las noches de luna llena.
Se escapó caminando descalza en la arena, el mar apenas rozando sus dedos, sus ojos controlando la tormenta por dentro y por fuera para que el rayo no la agarre desprevenida. Dice.
Se escapó y llegó hasta aquí, para decir que no solo las brujas provocan sortilegios. También las noches de luna llena.
Claudia Sánchez
Muy buena descripción de las manías posesivas de algunos humanos y las escapistas de otros.
ResponderEliminarComo que ya debemos llegar a relaciones más honestas exentas de tanto drama y conflictos.
Muy buena prosa poética, Claudia. Quién se puede resisitir al influjo de la luna? Un abrazo
ResponderEliminarY que lo digas Maite, y que lo digas.
ResponderEliminarMuy bueno Claudia.
Besos