En la tienda de disfraces para el día de brujas preguntó por el precio de una dentadura del hombre lobo y al pagar los cinco dólares del precio de oferta la dependienta de la tienda le preguntó al caballero que si no le interesaba probarse el resto del disfraz, su respuesta fué sencilla y acorde a nuestra época.
---No, solamente la dentadura pues me sale mucho más económica que la que me quiere encajar el dentista.---
jajaja
ResponderEliminarEso es cierto, menos mal no preguntó por la de Dracula eh?
Un biquiño
¡Ja-ja-ja, muy bueno, Carlos!
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