Por razones que prefería olvidar, y sin comprender totalmente porqué, se vió convertido en una piedra.
Y en éste momento en que ambas tribus de indígenas efectuaban una reyerta a pedradas, se veía volando de ida y de regreso, cayendo en cuenta que como piedra estaba mejor en el río donde se sentía más fresco y tranquilo.
En Colombia decimos: "volar la piedra": hacer dar mucha rabia jajaja me encanta la contextualización de expresiones y palabras!
ResponderEliminarinteresante, un poco de intriga.
ResponderEliminarSaludos
Hasta siendo piedra uno desea que le dejen tranquilo. Un abrazo, Carlos.
ResponderEliminarPiedra expuesta a la mala saña de la gente... ni así te dejan en paz.
ResponderEliminarMuy bueno mestre.
Un biquiño y perdonad que esté un poco perdida por causas ajenas, aunque os sigo igual eh?
Convertirse en piedra y olvidarse de cómo ha podido sucedernos es todo uno.
ResponderEliminarSaber dónde está tu sitio, encontrar la calma, puede ser un proceso doloroso.
Muy interesante relato.
Gracias por sus comentarios.
ResponderEliminarLeyendo éste micro me pongo a pensar en que algunas de éstas versiones de situación extrema surgen de todo tipo de reflejos subconcientes, desde neuróticos hasta espirituales y plenos de esperanza.