Que pillina la niña, ja, ja.Seguro que su mami se lo perdona.Un abrazo Anita.
¿Quién no ha utilizado alguna vez en su vida una excusa infantil como ésta? Un abrazo Anita, me has hecho rememorar la infancia.
Que bueno que avisó. Para comprobar si en realidad fué el ratón.
Algo parecido usé yo con una botella de leche. Jaja.
Yo lo digo todos los días cuando llego con el pan, ja ja, así que no es solo una excusa infantil :)¿o será que tengo una niña dentro aún?
Menos mal que la mama no lamó al flautista de Hamelín....ni a la niña le creció la naricita...ja-ja-ja...muy bueno, Anita.
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Que pillina la niña, ja, ja.
ResponderEliminarSeguro que su mami se lo perdona.
Un abrazo Anita.
¿Quién no ha utilizado alguna vez en su vida una excusa infantil como ésta? Un abrazo Anita, me has hecho rememorar la infancia.
ResponderEliminarQue bueno que avisó. Para comprobar si en realidad fué el ratón.
ResponderEliminarAlgo parecido usé yo con una botella de leche. Jaja.
ResponderEliminarYo lo digo todos los días cuando llego con el pan, ja ja, así que no es solo una excusa infantil :)
ResponderEliminar¿o será que tengo una niña dentro aún?
Menos mal que la mama no lamó al flautista de Hamelín....ni a la niña le creció la naricita...ja-ja-ja...muy bueno, Anita.
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