- Carlos Vargas Tomé. No, si yo también vine aquí de buen rollo. Y eso que estaba genial de donde vengo, pero lo que se dice bien bien...
- Daniela Rodríguez Arias. A otro que le ha pasado como a mí. Te crees que va a ser lo más, y es todo lo contrario. Me he quedado completamente flasheada...
- Roberto Arias Rojo. ¿Quién se esperaba este trato? Porque lo que se dice yo, no. Y, a quién protesto, si mis padres son ateos, dime... Sólo queda la opción del pataleo... Bueno, de los azotes, ni hablo
- Carlos Vargas Tomé...
- Ya te habías presentado...
- Vale, lo siento, pero como todo esto es nuevo para mí, me sigue haciendo ilusión hacerlo, llámame tonto si quieres...
27 de noviembre de 2020.
Conclusiones: Absurdo, inútil y levanta dolor de cabeza.
Pasamos informe solicitando y autorizando la destrucción de prototipo ex/34/20, conocido como "Interprete de llantos de recién nacido"
bicefalepena
Por más máquinas que inventen, el elemento humano es insubstituíble.
ResponderEliminarUn cuento con mucho trasfondo. Cuando los relatos son una llamada de atención hacia la "rehumanización" me encantan. Un abrazo
ResponderEliminarMuy buen micro, tu argumento me inquieta: la máquina procede como tal pero, según como lo piense, no me parece esté del todo claro que los humanos procedan 'humanamente'.
ResponderEliminar