jueves, 16 de septiembre de 2010

Al fin juntos.


Ese tic tac que escuchamos hace rato, lo llevo oyendo mucho más tiempo que tu, exactamente desde la última vez que estuvimos juntos. A partir de entonces me acompaña día y noche. Ahora nos deleitaremos un poquito más con ese sonido que he aprendido a amar y a ti te aterroriza. No entiendo por qué desde aquel día me has estado evitando, en cambio no dejas de jugar a las peleítas con ese niñato volador. Pero al fin he conseguido subir a tu barco. Y, ¿sabes algo? Tengo un hambre atroz.


Torcuato González Toval

6 comentarios:

  1. Me ha costado reconocer la voz, pero al fin sé quien es.
    Con cada lectura he descubierto algo... y al final ¡me encanta!
    Abrazos

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  2. Lo leí escuchando el fondo musical de "se va el caimán ,se va el caimán", y recordé el dicho chino de no te enemistes con el cocodrilo hasta terminar de cruzar el río.

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  3. Lo he estado dando vueltas... y creo, (no me hagas mucho caso), pero creo, que ella le dio el reloj porque se iba de vacaciones con el peque. Hasta que a él le llegó el momento de irse. Seguro que a Ibiza, por lo del barco, y el hambre.
    Ahora lo veo claro...

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  4. Lo he releído varias veces, e interpreto una pérdida, el tiempo que pasa inexorable, él que lo asume, ella que no soporta su vejez y se va con alguien más joven, que no la hace feliz...pero al final, me pierdo, debo ir perdida en medio del mar, sin rumbo ;-)

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  5. A los que no lo pillen, que lean el comentario de Carlos.
    Un abrazo

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  6. Si, pero el comentario de Bicefalepena tiene su aquél... ja ja, el cocodrilo amante, me gusta!
    Un abrazo

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