De un lado estaban los tigres, guepardos, jaguares, leopardos, linces y demás felinos, incluidos, por supuesto, los gatos; apoyaban los rugidos, halagaban la melena, enaltecían la vigorosidad del Rey León. Del otro lado estaban las serpientes –vívboras, boas, culebras–, lagartijas, cocodrilos, caimanes y demás reptiles; apoyaban las metáforas, halagaban el ritmo, enaltecían al intelectual, se enorgullecían del Rey Lagarto.
¿Pero que no viste que mal final tuvo el pobre en la vida real?
ResponderEliminarLucha por el trono, jeje
ResponderEliminarUn saludo indio
Quiero el finallllll.
ResponderEliminarAunque me lo imgino :)
Sobredosis mientras estaba en la tina de baño.
ResponderEliminarSinceramente todo el micro me parece una introducción, razones y argumentos para el conflicto que se expresa en el título, pero nos quedamos sin desenlace. Falta algo. ¿No te parece?
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