Ella salió dando un portazo para jamás volver.
Él quedó contemplando al cielo desencajado,como buscándola entre las nubes.
Dos horas después ya tenía organizada una tremenda samba con las azafatas en el vuelo que lo llevaba al carnaval de Río.
De ahí en adelante fué feliz para siempre.
a veces la felicidad es así..
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