Un relato que pudiera ser posible, pobre escritor, tendría que escribir todo menos el final y dárselo a otro escritor para que los finalizara, pero tal vez tampoco así estaría satisfecho. Buena visión. Un abrazo.
Y es que no siempre se conoce el final antes de escribir (o contar) un cuento, puede que un día el lobo deje a Caperucita y se vaya tranquilo al bosque y el escritor ahí... esperando!
No sé si soy anticuado, pero considero que deben tener final, y que mejor que las musas se lo hayan revelado antes.
ResponderEliminarUn relato que pudiera ser posible, pobre escritor, tendría que escribir todo menos el final y dárselo a otro escritor para que los finalizara, pero tal vez tampoco así estaría satisfecho. Buena visión. Un abrazo.
ResponderEliminarY es que no siempre se conoce el final antes de escribir (o contar) un cuento, puede que un día el lobo deje a Caperucita y se vaya tranquilo al bosque y el escritor ahí... esperando!
ResponderEliminarTal vez por eso a mi me gustan, porque desconozco el final, incluso aún cuando está escrito.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias a todos por los comentarios, ese ha sido un final bien inesperado, por lo menos para mí. ¡Felicidades! y nos estamos leyendo.
ResponderEliminarDecía(pues no me salió). que yo solo conozco la primera palabra de lo que escribo. los finales me sorprenden.
ResponderEliminar¿Soy tan rara? :)
Un biquiño a todos.
Me encantó este microrrelato, me pareció muy ingenioso. Un saludo.
ResponderEliminarCarmela, supongo que rara de las raras bonitas, ojalá que nunca dejes de sorprenderte a ti misma
ResponderEliminarClara, gracias por tu comentario, al parecer no esperabas el final, ¡felicidades!