sábado, 22 de octubre de 2016

Raros. - Miguelángel Flores


Raros

Cuando les conté que Julita tiene en su casa una percha con cara de payaso, un joyero musical con una bailarina dentro y una alfombra de piel de tigre, enmudecieron un momento y se miraron. Papá se puso nervioso y mamá se disparó. Me prohibieron volver a jugar con ella. Lloré. Y no dejé de hacerlo mientras ensayábamos el número del forzudo, la mujer bala y la niña de goma.

Autor: Miguelángel Flores

4 comentarios:

  1. Tambien raros a veces los padres...

    ResponderEliminar
  2. Un gustazo aparecer en una de las catedrales del Microrrelato.
    Gracias, Torcuato.
    Cuatro.

    ResponderEliminar
  3. Claro, ya entiendo, temían que fuera capaz de convertirles en objetos. Ay, si que son raros sí.

    Muy bueno Miguelángel. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Sí, en realidad no se sabe bien quiénes eran los raros...
    Gracias, manouche, Yashira.

    ResponderEliminar

Pon un comentario. Nos gusta que nos leas pero también nos gusta saber que nos has leído.