Boomerang
Salió
de mi cuerpo, de mi cama, de mi casa y de mi vida. Lo maldije por ello
diciéndole que jamás volvería a verme, sin imaginar cuánto daño harían
unas simples palabras esculpidas por la rabia. El glaucoma lo envió al
mundo de las sombras, sin piedad. Ahora mi vida, mi casa, mi cama y mi
cuerpo, están dedicados a cumplir mi condena al lado de un hombre
carcomido por la venganza y el desapego, que busca su salvación en mi
sempiterno castigo.
Autora: Maite García de Vicuña
Las desgracias no vienen solas.Saludos
ResponderEliminarQue destino !
ResponderEliminarDemasiado buen corazón.
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