domingo, 8 de febrero de 2015

LA HORA MÁS FLACA.

Ahí tirado en agonía, Dictinio de Trafalgar, hombre que luchó en cada instante anterior.
Vivió las instancias que hacen de un personaje una leyenda. Se desarrolló su vida inventándose a sí mismo en cada etapa.Ésta vez ni de una cama se podía levantar,las personas que le rodeaban se le presentaban más borrosas como las imágenes que aparecían en algunas de las películas que dirigió;como cuando en lenguaje cinematográfico quería expresar que alguien se dormía o perdía el sentido. Y en efecto, en sus estertóres agónicos quedaba dormido y a veces soñando pero regresaba a oir llorar a las mujeres y a su familia. Le avergonzaba encontrarse tan derrotado y eligió fallecer.
Al traspasar a la conciencia incorpórea quedó atrás la realidad de su cuarto para ceder al nuevo escenario de un salón del oeste pleno de luminosidad y donde todo se presentaba con fragilidad etérea.
Huesudas calaveras danzaban sobre sus esqueletos en cómico strip tease en el cual le lanzaban una docena de bragas y sostenes de fluorescentes colores como celebrando su llegada.
Desaparecida ya la densidad de la materia sólida, cada estructura se sostenía formada por ectoplasma tan frágil que pudiera estar hecho de luces. El piso, los muros y todo lo sólido parecía de cualidad transparente. Tomó la huesuda mano que le ofrecía la dama blanca y se incorporó viéndose como un esqueleto más de los ahí reunidos y bailó de todo lo que tocó la orquesta, hasta tango y mambo. Lo que le impresionaba  era la sensación de ligereza, no tanto por la lógica falta del peso de sus carnes sino la ausencia de nervios y de la consiguiente angustia existencial. Y es que aquí nadie añoraba el pasado y sabían que no tenían futuro.

5 comentarios:

  1. Seguramente, antes de entrar en el túnel de la luz le habían suministrado una buena dosis de psicotrópicos...
    Salu2, Carlos.

    ResponderEliminar
  2. En realidad no había considerado ésto Dyhego pero es natural posibilidad la que vislumbras, para mi éste cuento result una de las mil posibilidades que me revolotean desde siempre con el tema de la muerte.
    En éste caso Dictinio entró al misterio en clave Fantasy -Pop.

    ResponderEliminar
  3. Anima tu relato a los descreídos de toda condición entre los que me encuentro. Lo que no entiendo es por qué pierden las carnes y no los huesos al entrar en esa dimensión desconocida. Quizás haya que dejar la carme en el guardarropa como si fuera un abrigo de piel.
    Un saludo cordial

    ResponderEliminar
  4. Ésta es una fantasía alegórica de las calaquitas estilo Posada, siempre entre mis favoritas porque desde la muerte representaban la vida.
    Por ser la instancia post mortem el territorio desconocido el territorio desconocido se abre a la especulación de cuanto escritor o cuentista hayamos existido.
    Me gusta estar abierto a todas las posibilidades, igual a la existencia que a la inexistencia de Dios, o varios Dioses.
    También creo que si algo lo podemos imaginar existe en alguna parte y no necesariamente como lo hayamos concebido.
    Gracias Dr.Krapp por su acertado punto de vista y la visita a éstos espacios de lo extremo que mezclan la diversión con el esfuerzo.

    ResponderEliminar
  5. Máquina hechicera que repitió "el territorio desconocido" sin mi voluntad.
    Leánse una sola vez éstas palabras.

    ResponderEliminar

Pon un comentario. Nos gusta que nos leas pero también nos gusta saber que nos has leído.