Así esta el mundo. Comida sobrante que se tira a la basura en el mundo rico, y cartillas de racionamiento, o incluso miseria en el resto del mundo. Una vergüenza, vamos.
Una lección de realidad en tiempos de hambre. Lo malo de éstos extremos es que dejan su huella traumática. Conocí ricos que vivieron toda su vida con el miedo de regresar al hambre. La paz es la felicidad más duradera. Pocos aprenden a tenerle aprecio. Pero todo se sucede en épocas dentro de la naturaleza del cambio. Tu relato es gran fondo.
Sin remedio.
ResponderEliminarbuen relato, besos.
Así esta el mundo. Comida sobrante que se tira a la basura en el mundo rico, y cartillas de racionamiento, o incluso miseria en el resto del mundo. Una vergüenza, vamos.
ResponderEliminarUna lección de realidad en tiempos de hambre.
ResponderEliminarLo malo de éstos extremos es que dejan su huella traumática.
Conocí ricos que vivieron toda su vida con el miedo de regresar al hambre.
La paz es la felicidad más duradera.
Pocos aprenden a tenerle aprecio.
Pero todo se sucede en épocas dentro de la naturaleza del cambio.
Tu relato es gran fondo.
Gracias a los tres por vuestras palabras.
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