Perder el Ctrl
Soy el robot principal de la cadena de montaje. Hoy, mientras trabajaba en una cupé de líneas cautivadoras, se enganchó mi brazo. Eso no es nada. Me salió un hilo de sangre y lo limpié con rapidez. Si se enteran de que estoy vivo, pierdo el empleo.
Un micro que entierra su metáfora en la despersonalización del mundo laboral. Cruel, sin duda.
ResponderEliminarMis aplausos para Sandra.
Un abrazo,
Maravilloso y visionario relato.
ResponderEliminarDe lo mejor que he leído en micro robótico.
Jope Sandra, esto es de lo mejor que te he leído. No debería sorprenderme, porque sé que eres "la fiera de los chiquitines", pero me sigues sorprendiendo, sí, ¡me sorprendes!
ResponderEliminarUn besazo, artista.
:-)
ResponderEliminarNunca tan pocas palabras dijeron tanto...
Un abrazo.
Un micro reflejo del sistema laboral. Bravo Sandra!!!
ResponderEliminarBesos desde el aire
Un relato que expresa la crueldad de la situación laboral en la que se encuentran muchos trabajadores. Me ha gustado mucho. Besos
ResponderEliminarPobre robot.
ResponderEliminarEsos malditos capitalistas...
Grrrrrrrrrrrrrrrr
Besos.
Certera metáfora de una realidad distópica condensada magistralmente en unas pocas palabras. Es decir, un crudo y potente microrrelato. Un abrazo, Sandra.
ResponderEliminarSandra: lo triste es que cuando pierdes el CTRL. te dan DELETE y luego te sustituyen por un REFRESH y no tienes otra ALT ernativa que irte para tu HOME.
ResponderEliminar¡Un micro excelente!
Saludos.
Perder el control en estos días puede ser perder el trabajo.El rojo de la sangre se vuelve incoloro.
ResponderEliminarBesicos amiga.
No creas, yo estoy en la misma cadena de montaje, y he visto llorar al encargado. Ya nada es como antes.
ResponderEliminarUn abrazo
GENIAL!!!!
ResponderEliminarUN ABRAZO
¡Ooh! ¡Muchísimas gracias, Pedro, Carlos, Rosy, balamgo, Rosa, Beatriz, Toro,Rashek, Beto, Cabopá, Armando, ReltiH ! Son muy generosos, realmente. Gracias por pasar por aquí, por dejar sus lecturas que a mí me ayudan muchísimo.
ResponderEliminarEs cierto que la intención fue metaforizar sobre la despersonalización, sobre lo prescindibles que somos todos en el trabajo hoy día, sobre este futuro no tan lejano y distópico y un presente donde nada es como antes. Tal cual. ¿Terminaremos todos pidiendo F1 mientras nos dan delete cruelmente?
Un abrazo enorme y besos para todos.
Un retrato cruel y descorazonado, pero no demasiado ficticio, desgraciadamente.
ResponderEliminarAsí es, Cybr. De ahí, la crueldad.
ResponderEliminarGracias por tu lectura.
Saludos siempre admirados van.
No me extrañaría que eso suceda, Diego. Ya somos escartables en cualquier empleo.
ResponderEliminarGracias por tu lectura.
Saludos van.
Sandra:
ResponderEliminarPobre tipo...
Se disfrazó para poder laburar,
Ya llegará el día en que los autómatas acapararán todo y habrá que disfrazarse para pasar por uno de ellos.
Me lo imagino como el robot japonés AZIMO.
Muy bueno tu micro.
Un gran abrazo.
Estupendo micro. ¡cuántos están en una cadena de montaje!
ResponderEliminarHola, Arturo. Gracias por pasar también por acá. Sos muy generoso. Busqué en google a Asimo (vivo adentro de un tupper). Voy a prepararme un disfraz de esos. Nunca se sabe si podemos ser el próximo. Somos extremadamente prescindibles...
ResponderEliminarGracias por tus lecturas allí y acá.
Hola, Andrea.
Las condiciones laborales de hoy sólo me dejan decir "Dichosos los que pueden zafar de ser un eslabón más".
Gracias por leer.
Un abrazo grande va para los dos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAmé esta entrada<3
ResponderEliminar¡Gracias por la lectura! ¡Saludos van!
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