Los intrusos irrumpen en
los sueños sin ser llamados, los extraños están ahí pero no son reconocidos.
Ambos merodean en la nublada conciencia de la mañana, fisgoneando entre mis
recuerdos, reemplazando imágenes caducas por sus espléndidas figuras; enunciando
lo que siempre quise escuchar para acallar lo que nunca debí oír. Sus restos se
ocultan en los frunces de mi improvisada cama, que yo me niego a sacudir, para
no espantarlos. Doblo mis mantas, pliego los cartones y ruedo por las calles
buscando basura. Todavía me pican los intrusos en la cabeza.
Unos intrusos que a mucha gente y por desgracia les deben resultar como de la familia.Un micro muy actual, del que destaco esos cartones plegados...
ResponderEliminarQué chula es la ilustración!!
Un abrazo Sara
Como para no picarle con esa vida. Com dice Paloma, demasiado coticdiano por desgracia. Me ha gustado mucho Sara.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Esa imagen que delata - la de los cartones - es la clave.
ResponderEliminarBuena figura, un dibujo exquisito.
Eres una buena artista.
Un abrazo
Me gustó el texto. Los intrusos le pican (y le hacen compañía) a este personaje que no tiene nadie con quien soñar.
ResponderEliminarHola, Sara. Espléndida ilustración para un micro que me ha dejado un poco triste por la situación del protagonista. Triste es que la única compañía sean los intrusos y que anden hurgando en los recuerdos.
ResponderEliminarNarrado con gran oficio. Muuuuy bueno.
Saludos van.
Das un tono de frivolidad a un fondo muy serio. Dicen que el humor sirve para atacar los temas más delicados. Tú lo conseguiste.
ResponderEliminarMucho más de lo que dices, parece supurar esa cama llena de intrusos y extraños, que nos levantan cada mañana, y nos llenan de su vida las nuestras.
ResponderEliminarMe gustó mucho Sara.
Un abrazo.
Su relato describe una triste realidad. Esos "intrusos", aunque molestan, son la única compañia de algunas de las gentes que viven en las calles. Muchas imágenes en este micro que invita a una toma conciencia.
ResponderEliminarSaludos.
!Ay... estas cabezas nuestras, capaces de huir hacia adelante o quedarse atrás, sin nuestro consentimiento!
ResponderEliminarUn beso. desasosegada.
Ante una realidad así sólo podría gritar :sálvanos Drácula.
ResponderEliminarMuchas gracias por deteneros a leer y comentar. Este fue uno de los primeros microrrelatos que escribí (hace ya unos años) y quizás por eso le tengo tanto cariño. Me alegra que os haya gustado.
ResponderEliminarAbrazos.
¡Qué bueno, Sara! Excelente pincelada de una realidad que duerme en las calles de tu ciudad o la mía. La "cartonera" ilustrada con tu magia es espléndida. Un abrazo amiga.
ResponderEliminarEs pensar en intrusos de esos y me pica toooooo!!!
ResponderEliminarCon un tono de humor tratas un tema muy duro Sara.
Besos desde el aire
Muy bueno.
ResponderEliminarMe quedó picando en la cabeza.
Abrazo