martes, 29 de enero de 2013
EL PUENTE DEL DESTINO
Llevaba días yendo a observar aquel viejo puente sobre el barranco. Resultaba increíble que unos cuantos tablones carcomidos condicionaran tanto. Sabía que cuando cruzase ya no habría marcha atrás. No quería hacerlo, no quería cruzarlo. Pero son los niños y no los hombres quienes gozan el privilegio de regirse por el capricho. Miró al horizonte pero una neblina cubría la marisma como el pesar su corazón, así que no pudo ver nada claro. La fina lluvia hostigaba su cara como mil alfileres. Tarde o temprano tenía que afrontar su destino. Ajustó sus ropas, se caló la capucha y respiró hondo. Enfiló el puente despacio. Los viejos tablones proferían con cada paso los quejidos que él ahogaba en lo más profundo de sí. Apretaba fuerte el puño de su espada, mitad rabia, mitad miedo. No miró atrás. Cuando el puente dejó de crujir bajo sus pies sintió un enorme vacío. Ya no había vuelta atrás, y sabía que el final no sería feliz.
Cybrghost
(La Guarida del Coyote)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pon un comentario. Nos gusta que nos leas pero también nos gusta saber que nos has leído.