Me tomas el pelo cada vez que
llegas tarde y te excusas en el trabajo, el tráfico, tus hijos o incluso en él.
Yo callo por no estropear nuestra cita y porque sé que para ti cada vez se
torna más difícil reunirnos en esta habitación de hotel.
Gran condensación de un micro drama provisto de una fuerza gigante. No obstante los personajes y sus codependencias me resultan despreciables; pero extrañamente ahí radica su fuerza, en tu valor en adentrarte en éstas traumáticas y retratarlas.
Ajá Nicolás, habría que ver a quien le están tomando más el pelo, pero cada uno tiene su propia percepción de la realidad.
ResponderEliminarEstupendo relato. Me encanta cómo dices tanto en tan pocas palabras. Qué difícil para mí.
Un abrazo.
Gran condensación de un micro drama provisto de una fuerza gigante.
ResponderEliminarNo obstante los personajes y sus codependencias me resultan despreciables; pero extrañamente ahí radica su fuerza, en tu valor en adentrarte en éstas traumáticas y retratarlas.
Con la costumbre se le olvida que el/la amante nunca tiene derechos.
ResponderEliminarDivino.
ResponderEliminarPobres, ambos.
Toda una historia clandestina que se sustenta con muy pocas palabras. Muy bueno.
ResponderEliminarMuy bueno. Tres frases para dar la vuelta a una historia y con final sorprendente.
ResponderEliminarMás no puede pedirse.
Un saludo.