martes, 30 de octubre de 2012

Repartiendo culpas



— ¡Ay el niño! No aprueba ni copiando, todo el día jugando a las maquinitas, no se le ve el pelo por casa, las contestaciones que da, las pintas que lleva y los amigos con los que se junta. Tienes que hablar con él. Va desbocado.

—Lo que el niño necesita es un buen padre que le escuche y que le entienda.

— ¡Y una madre…!

—Papá, mamá, yo necesitaría…

—¡Tú, te callas!

15 comentarios:

  1. Y un poquito de paciencia para todos.

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  2. Terrible ficción que se toma de la realidad... muy bueno!!!

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  3. El chico como arma arrojadiza entre los padres, bastante típico. Y mientras el chico se desmanda, cosa habitual y que me preocupa bastante últimamente. Estupendo.

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  4. todos saben lo que necesita el niño, pero nadie escucha al niño ¿?
    saludos

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  5. GOLAZO.
    Un impecable retrato de la temprana formación de la traumática del niño confuso y neurótico.
    Solamente puede ser salvado por una gran toma de conciencia de sí mismo y plantear su propio rumbo.
    Millones han vivido algo similar, y lo captaste en forma genial.

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  6. Desgraciadamente, una pintura muy realista de muchos hogares en el Mundo de hoy. Claro, conciso, bueno. Mis afectuosos saludos Nicolás.

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  7. Algunos no deberían tener hijos...Buen micro Nicolás.

    Besos desde el aire

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  8. Muy bueno, Nicolás. Del dicho al hecho...
    Un cordial saludo

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  9. Qué pena de niño, sus padres lo utilizan para discutir, pero a él nadie le escucha, jo, creo que es algo que sucede demasiadas veces.

    Estupenda entrada. Creo que es para reflexionar.
    Besos Nicolás,

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  10. Terrible realidad nuestra de todos los días.
    Me gustó mucho.
    ¡Saludos!

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  11. Has retratado muchos hogares en todas las partes del mundo.

    Un saludo.

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  12. La mayoría de nuestras actitudes son determinadas por el hogar..Pobre de aquel niño.

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