— ¡Ay el niño! No aprueba ni copiando, todo el día jugando
a las maquinitas, no se le ve el pelo por casa, las contestaciones que da, las
pintas que lleva y los amigos con los que se junta. Tienes que hablar con él. Va
desbocado.
—Lo que el niño necesita es un buen padre que le escuche y que le
entienda.
— ¡Y una madre…!
—Papá, mamá, yo necesitaría…
—¡Tú, te callas!
Y un poquito de paciencia para todos.
ResponderEliminarTerrible ficción que se toma de la realidad... muy bueno!!!
ResponderEliminarEl chico como arma arrojadiza entre los padres, bastante típico. Y mientras el chico se desmanda, cosa habitual y que me preocupa bastante últimamente. Estupendo.
ResponderEliminartodos saben lo que necesita el niño, pero nadie escucha al niño ¿?
ResponderEliminarsaludos
GOLAZO.
ResponderEliminarUn impecable retrato de la temprana formación de la traumática del niño confuso y neurótico.
Solamente puede ser salvado por una gran toma de conciencia de sí mismo y plantear su propio rumbo.
Millones han vivido algo similar, y lo captaste en forma genial.
Desgraciadamente, una pintura muy realista de muchos hogares en el Mundo de hoy. Claro, conciso, bueno. Mis afectuosos saludos Nicolás.
ResponderEliminarAlgunos no deberían tener hijos...Buen micro Nicolás.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Muy bueno, Nicolás. Del dicho al hecho...
ResponderEliminarUn cordial saludo
Qué pena de niño, sus padres lo utilizan para discutir, pero a él nadie le escucha, jo, creo que es algo que sucede demasiadas veces.
ResponderEliminarEstupenda entrada. Creo que es para reflexionar.
Besos Nicolás,
es difícil mirarse en el espejo
ResponderEliminarTerrible realidad nuestra de todos los días.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
¡Saludos!
Es así de terrible!
ResponderEliminarHas retratado muchos hogares en todas las partes del mundo.
ResponderEliminarUn saludo.
jajaja, excelente.
ResponderEliminarLa mayoría de nuestras actitudes son determinadas por el hogar..Pobre de aquel niño.
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