He aprendido muy tarde que las
apariencias engañan. Ella se me acercó sonriente, me habló con dulzura, y
cuando estiró su mano, yo sólo podía esperar una caricia. Pero no. Fue un gesto
sorpresivo, violento. El metal brilló, y el sonido fue escalofriante. Sentí que
algo en mí se quebraba definitivamente. Estoy inmóvil. Ella pasa a mi lado y me
mira, complacida. Sé que mis horas están contadas. El fin llegará, rápida e
inexorablemente, como les ha llegado a todas mis hermanas, arrancadas del jardín
y colocadas en el florero.
Autor: Hugo Jesús Mion
Pintura:Daniel Ridgway Knight
Hola, Hugo Jesús Mion. Bellísima
ResponderEliminarimagen, imagenes las que dejas en
tu precioso blog, gracias por
conocerte y saludarte es un placer.
Un abrazo
Ángel-Isidro.
http://elblogdeunpoeta.blogspot.com
Gracias, Angel. Y gracias a Torcuato por la hospitalidad. Es bueno conocernos. Y leernos...
ResponderEliminarMuy bueno, Hugo! Ahí voy a conocer tu bitácora. Saludos van
ResponderEliminarExcelente punto de vista de una flor que tuvo un trauma brutal.
ResponderEliminarY seguimos ignorando si les gusta estar en el florero o meramente es otro atentado por el humano.
Pero algún día se sabrá.
Muy bueno. Siempre es interesante esto de cambiar las perspectivas.
ResponderEliminarSaludos
Gracias a todos por los comentarios. Animan a seguir en la búsqueda.
ResponderEliminarYo, después de la sonrisa y de la caricia tampoco me hubiera esperado esa reacción tan agresiva. Menudo cambio de rumbo, el final me sorprendió tanto como a la flor ¿será porque me llamo Margarita? Jejejej
ResponderEliminarSaludos.
Expresion absoluta en la brevedad.
ResponderEliminarSaludos.
Hugo sencillamente un micro fascinante de leer.
ResponderEliminarEspero encontrar mas textos tuyos por hay...
Saludos
Un tanto impactante, el microrelato, como si a una musa la aniqulilasen o algo así.
ResponderEliminarNo obstante muy bien conseguido el efecto.
besos.
Hola amigo, veo que te haz despachado con un micro genial. (como siempre)
ResponderEliminarUn abrazo.