Había que rematar la novela como fuera, pero algunas veces te ovillas, y no sabes que inventar con esos personajes perversos que has engendrado. Así estaba Marcial Bellido, a un solo párrafo para concluir su obra maestra; varado en el protagonista principal, un cretino detestable con demasiada buena suerte. Sin dudarlo eligió el suicidio, matarlo. Encendió un cigarro, respiró hondo, como si se acabara el aire, como si el fin del mundo llamara a su puerta. Con el rictus del éxito tatuado en su cara asió la pistola, la introdujo en su boca y apretó el gatillo: Autobiografía terminada.
"Un cretino detestable, con demasiada buena suerte".
ResponderEliminarMató dos pájaros de un tiro en la boca: al cretino y poder dar fin a su novela. Lástima que una acción le invalidara disfrutar de la otra...
Un relato redondo. Desde el primer verbo (rematar) te posicionas en la trama y el desenlace: la doble muerte.
Un besooo, Xavier
El micro está muy bien aunque quizás yo quitaría "el suicidio" que puede que adelante el final.
ResponderEliminarO estoy un poco tonta y es mejor no hacerme caso. Si, va a ser esto.
A veces la ficción se enreda con la relidad. El resultado enjendra monstruosidades.
ResponderEliminarSaludos!
Un final trágico para una vida de novela.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Recuerdo este micro excelente de Xavier. Limpio, directo, contundente. Un gustazo releerlo.
ResponderEliminarAbrazos
Excelente texto, que he paladeado como si lo leyera por primera vez, disfrutando en cada frase, hasta llegar al final donde personaje y escritor se entremezclan y realidad y ficción se unen. Ganador semanal en Wonderland y en nuestra memoria. Un abrazo.
ResponderEliminarEl título del micro ya lo dice todo. Una obra maestra, Sr. Blanco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Recuerdo el texto Xavier. Es un buen aldabonazo para una obra maestra, sin duda alguna. Coincido con Luisa en lo del suicidio, puede que adelante un poco el final sin quererlo.
ResponderEliminarEscribía un best Seller de mucho éxito, no tengo dudas. Hizo un marketing de su obra que le costó muy caro, pero ingenio no le faltaba, igual que a tí.
Un beso.
No creo que esa clase de cretinos se suiciden mientras dura la suerte, pero como relato está muy bien.
ResponderEliminarMe lo había perdido en primera instancia, Xavier, por lo que me alegro de encontrarlo aquí.
ResponderEliminarUn micro contundente, directo, con un ritmo que se ajusta a su espíritu y un final que desencaja lo previsto.
Gran trabajo.
Un abrazo,
Interesante final
ResponderEliminarComo se publicita en la entrada, los cretinos detestables podrían inmolarse con limusina incluida.
ResponderEliminarNo cabe duda de que hay esfuerzos de ventas que implican sacrificios extremos.
ResponderEliminarSuper relato.
Jo Xavier, desde luego no esperaba el desenlace, vamos, que creo que nunca terminaría así mi autobiografía, si la escribiera. Una forma drástica de dar fin a una novela, desde luego no deja lugar a dudas.
ResponderEliminarMe ha sorprendido. Saludos,
Excelente, me encantó.
ResponderEliminar¡Qué final!
Un gran microrrelato, sin ninguna duda.
Saludos.