Eras sospechosa de fraude. Sin dudarlo requisé tus sueños
para inventariar sus componentes. Decepcionado, me reconocí el único de tu
lista. Ya no podría reprocharte el engaño. Herido en mi orgullo, falsifiqué los
datos. Tuviste que admitir que yo tenía razón.

Pocas palabras para una gran historia: contundente y precisa.
ResponderEliminarEXcelente, Sara.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn gran microrrelato, sin dudas. Me encantó.
ResponderEliminarSaludos.
A través de ésta gran historia, se nos coloca ante la contemplación hacia quienes se ven manipulados en diversas instancias.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarAbrazos.
Me ha encantado, Sara, muy buen micro. Mis afectuosos saludos. (millz)
ResponderEliminarMe ha encantado, Sara, muy buen micro. Mis afectuosos saludos. (millz)
ResponderEliminarHay gente que se empeña en construir su verdad en vez de asumir sus errores.
ResponderEliminarEstupendo tu micro Sara, bueno y la ilustracion también, es increíble lo que a veces se es capaz de hacer en lugar de reconocer que estamos equivocados. Un abrazo,
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