
Se Dibuja una sonrisa mellada en su rostro. –Deja de provocar zorra, no vas a conseguir nada-. La mira con odio.-Crees que soy como mi padre ¿verdad?. Pretendes que te deje como él dejaba a mi madre y que me pudra en la cárcel-. Da un paso hacia ella.-¿No temes que te ocurra lo mismo que a él?-. Borra su sonrisa y se aproxima aún más.-¿Buscas que te rompa la boca como él me hizo?, pues vas a recibir tu merecido-. Súbitamente extrae un revólver de su americana y se vuela la tapa de los sesos. Ella permanece inmóvil, salpicada de sangre.
Cybrghost
Autor del Blog: La Guarida del Coyote - http://www.cybrghost.blogspot.com.es/
Perdón por colocar el blog así, pero blogger estaba tonto y no me dejaba enlazarlo.
ResponderEliminarAgh, qué grotesca sensación de la salpicadura.
ResponderEliminarEn cine se ha venido mostrando éste recurso de shock de la salpicadura de sangre, como ejemplo , en la cinta brasileira "Ciudad de Dios", se usa magistralmente ésta opción.
ResponderEliminarEl suicida encuadra bien con la delusión que tienen muchos de éstos, en cuanto a que castigarán con su muerte, si supieran cuan poco dura su recuerdo.
Oye, Cyb, hay algo raro en tu micro,...
ResponderEliminarUn abrazo
Yun: Si que me quedó algo grotesco, que para mi es un nuevo registro.
ResponderEliminarCarlos: La verdad es que para el poquísimo cine que veo tengo bastantes influencias del estilo cinematográfico. Esa película es una de mis eternas pendientes.
TORCUATO: Semicorregido. es que no se que pasa pero me hace cosas raras el editor. La foto tampoco me la metía como quería inicialmente.