sábado, 10 de marzo de 2012

La buena cocina

Parece que no les gustó la cena porque me secuestraron en la cocina, me cortaron una mano y prepararon un guiso con mi propia carne. A punta de pistola, me obligaron a comerlo.

Debo admitir que son buenos cocineros: al fin y al cabo terminé chupándome los dedos.

Autor: Leonardo Dolengiewich

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11 comentarios:

  1. fantasías caníbales. muy ocurrente.
    Un abrazo

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  2. Es una mezcla entre lo escalofriante y gracioso.Me gusta,el relato digo.La carne no sé jaja.
    Un saludo!

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  3. Wiiuuh qué humor tan negro.

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  4. Ay, imaginarlo no quiero, pero tengo que reconocer que tiene su gracia...

    Saludos Leonardo,

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  5. Hermoso cuento.
    Puedes acompañarlo con la canción :"Sabor a mí."

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  6. ¡Dios! espero no chuparme los dedos tan literalmente jamás, quizás por eso me mantengo alejada de la cocina.
    Besos

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  7. Negrísimo, jejeje. Excelente uso de la expresión.
    Saludos!

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Gracias a todos y todas por leer y comentar.
    Me alegra que les haya gustado!
    Abrazos al por mayor!

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