martes, 7 de febrero de 2012

ELLA SÍ QUE SABE

ELLA SÍ QUE SABE

Por fin quietas frente a mí están las tres campanas. Lo sabía, sabía que esa moneda alemana iba a darme suerte. Llevo tanto tiempo deseándolo que me tiemblan las piernas y estoy a punto de echarme a llorar. Lo sabía, estaba convencido de que este día iba a llegar, sabía que la suerte alguna vez tenía que sonreírme. Además con los cinco euros que esta noche llevaré a casa, quedará claro que esas máquinas tragaperras que ella tanto detesta, no van a traernos sólo desgracias.

10 comentarios:

  1. Excelente abordaje de un tema duro, generador de muchas desgracias, Paloma.

    Un abrazo.

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  2. Tú pequeño relato me ha dejado sin palabras...Cuántos hogares destrozados por esas máquinas.

    Un saludo.

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  3. Esa delgada linea que separa la diversión de la desgracia...
    Un saludito.

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  4. Paloma, desgarrador relato que muestra como las adicciones son un infierno. Desvirtúan la realidad de quien las sufre y amargan la vida no sólo de ese mismo adicto sino también de quien le rodea.

    Me gustó mucho.

    Un abrazo.

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  5. Un amigo perdió trabajo y familia por el juego con las tragaperras. Solo después de años en grupos de Jugadores Anónimos pudo salir de esa adicción.
    Muy buen micro.
    ¡Saludos!

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  6. La adicción al juego se lo lleva todo. Tú lo expresas muy bien con este micro. Enhorabuena, Paloma. Un abrazo.

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  7. No sé si creerme que llevará esos cinco euros a casa.
    La ludopatía es un monstruo que devora la vida del que la padece.

    Un beso, Paloma.

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  8. Muy bien contado. Aunque tengo la duda de si llegarán a casa esos cinco euros.

    Besitos

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