miércoles, 1 de febrero de 2012

Acabar con el diablo

El hombre que ya no es hombre llega a su casa, donde atemorizada le espera su esclava esposa. Lanza un gruñido a modo de aviso y se deja caer en el roído sofá. Como no se aguanta a sí mismo, se levanta destrozándolo todo. Su mujer temblando acude con botella en mano para calmar su voracidad. Él, poseído, se aferra al casco e ingiere. Mientras, ella recobrando la sonrisa olvidada murmura: “Bebe, bebe, cabrón que cuando acabes por fin seré libre”. 

11 comentarios:

  1. Menudo ajuste de cuentas. Sácame el diablo que llevo dentro!

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  2. Hermoso recuento de la buena deshacencia.
    Ojalá y quede ella impune por limpiar el mundo un poco.
    Aunque pensándolo bien se hubiera enfrentado a largarse hace tiempo.
    Es menos complicado.

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  3. Cuántos casos habrán así? Cruda historia.

    Muy bueno.

    Abrazos

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  4. Tristemente, es la única forma de librarse de esos seres grotescos. O él o tú.

    Abrazos, Nick.

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  5. La triste realidad en muchos hogares, es feo tener esos sentimientos hacia otra persona, pero somos humanos y se entienden.
    Un buen micro, te felicito
    Un saludo

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  6. Aunque se lo merezca...No es bueno tomarse la justicia por su mano, o eso dicen...

    Besos desde el aire

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  7. ¡No des ideas, Nicolás, por favor!
    Un abrazo.
    HD

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  8. Cruda historia,pero el último toque la hace grande.
    Un saludito^^

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  9. A veces es la unica salida que les queda. No es la mejor, pero...

    Besitos

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  10. Me entristecen las mujeres que sueñan con una libertad incluso tras las rejas. ¡Son tantas y tan pobres de poder y esperanza!

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  11. Bebe, hunde tus labios en la botella, moja tu boca del veneno que acabo de poner...cuando termines cierra los ojos y no los abras más.
    1 beso.

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