Una tarde en que San Antonio, el patrono de los animales regresó del campo de traer alimento para sus bestias, se encontró con que un gato furioso desgarró a varios loritos y dejó sangrando a los perritos y a varios peces. Colmada su paciencia por lo que vió, arremetió a gallinazos e iguanazos contra el felino gritando nombres que aquí no puedo repetir. Bueno no digo sólo aquí, ni siquiera en facebook.
Jajaja. Gracias por las risas.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Jeje, pobre San Antón, y luego si de das un tortazo en la face te sale novio.
ResponderEliminarBueno, nadie dijo que el ser santo, tuviera que acarrear no cabrearse. gracias por hacerme sonreir.
ResponderEliminarFelices fiestas.
¡Muy bueno, Carlos! Con tu ácido humor.
ResponderEliminarJajaja, surrealista y ácido, la combinación perfecta para partirme de la risa.
ResponderEliminarGracias Carlos