domingo, 25 de diciembre de 2011

La sesión


Jugábamos en el cuarto del fondo. Cecilia machacaba una galleta para hacer la cena de las muñecas y yo recogía lo que había sido una escuela.
Fue entonces cuando oímos la voz de mamá, llamándonos por nuestros nombres.
Cecilia y yo dejamos los juguetes inmediatamente, nos cogimos de la mano y salimos a su encuentro. Atravesamos la pared y pronto descubrimos que, aunque nos podía oír, no había forma de que nos viese. Nos alegramos mucho, porque seguro que a mamá no le gusta el aspecto que tenemos desde el accidente.

9 comentarios:

  1. Me dejó mal cuerpo,pero de eso se trata ¿no? me gustó.

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  2. ¡Ay no juegues! Qué estrujante y sangrienta estuvieste aquí querida Luisa, y justo en Navidad, jaja. Saludos.

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  3. Crudo, duro, aspero.

    Me deja un sabor amargo en el corazón.

    Excelente micro.

    Un abrazo.

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  4. Muy buen título. Le da toda su dimensión. Un beso desde el más acá.

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  5. Sí tan sólo en un caso así pudiése haber algún contacto, pero el dolor permanente está retratado aquí.

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  6. Me ponen los pelos de punta...Niños muertos...Muy bueno Luisa.

    Besos desde el aire

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  7. Estoy con Mar. El título es fundamental y ferpecto.

    Me ha encantado. La muerte, por mucho que nos empeñemos en dramatizarla, no es sino una consecuencia de la vida.

    Besos payasos.

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  8. Di que sí Luisa, que "El Sexto Sentido" era muy ñoño.

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