viernes, 11 de noviembre de 2011

EL COHETE.

El padré ayudó al pequeño hijo a subir al interior del cohete que había construído a una orilla del jardín de la casa.
Se afianzaron sus cinturones de seguridad y el hombre manipuló una serie de palancas y botones sobre el tablero de mando, y se encendió la grabación que simulaba ruido de motores y apareció en el cristal de la nave la grabación de video que covencía que cruzaban los cielos entre naves, estrellas y planetas.
Había conectado un motor de lavadora que causaba las sacudidas del aparato, para darle un toque de realismo a ésta ilusión.
Al ver una imágen bellísima de tres soles de colores se escuchó una voz potente que decía:
---Acá Dios hablándole a Jaimito,si quieres ser astronauta de grande tienes que comer tu avena aunque no te guste.---

Luego vinieron las imágenes del aterrizaje y Jaimito descendió de la nave, atravesó el jardín y comió diligente su plato de avena.

---Papá sabía convencerme de cualquier cosa con sus grabaciones.--

Relató el comandante Jaime Zapata durante la entrevista que le hicieron al
regreso del viaje de la galaxia de junto.

4 comentarios:

  1. Tratándose de Jaimito, se le convence con "nada y menos".
    Felicidades Carlos, me encanto.

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  2. Bonita manera de convencerlo y elaborada también.

    Besitos

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  3. Jeje, Carlos. Es bueno reírse de vez en cuando. Ingenioso padre. Ya sabes, hacer reír es difícil, y tu lo has conseguido.

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