martes, 2 de agosto de 2011

Molestos compañeros

Un día intentó desterrarlos. Los echó a patadas de su vida pero solo consiguió que volviesen con más fuerza. Con un palo los golpeó hasta desfallecer; se marcharon arrastrándose y regresaron erguidos a su puerta. Probó con todo lo que tenía en casa: atizador y taladro, matamoscas y abrelatas. Incluso azuzó a su caniche experto en ladridos agudos. Nada. Ellos permanecían a su lado, inmunes a cualquier intento de ahuyentarlos. Resignado a vivir con ellos para siempre, decidió ignorarlos. Y los miedos, al fin, lo dejaron en paz. 



9 comentarios:

  1. La desesperación no es buena compañera de los miedos. Aprendió a vivir con ellos y los conjuró. Qué linda conjunción de micro e ilustración Sara!!

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  2. Es lo que se debe hacer con los miedos, dejar que se cocinen en su propia salsa.
    Un micro preciso y acertado como los que te caracterizan.

    Beso grandote, Sara

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  3. Sacamos toda nuestra artillería para erradicar los miedos, pero se hacen más fuertes si les prestamos demasiada atención. Al final lo mejor es aprender a vivir con ellos.

    Gracias Sandra y Patricia por vuestros comentarios.
    Abrazos para ambas.

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  4. Me gusta mucho tu micro. Encierra una gran verdad.

    Saludos

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  5. Tiene mucho mérito, no es nada fácil ignorar tus miedos.

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  6. Sara, muy buen micro y precioso dibujo. Me alegra ver tus dibujos aquí y tus textos.
    Un abrazo

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  7. Es el mismo de tu blog, me gustó allí y me gusta aquí.

    Blogsaludos

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  8. El miedo es como el eco, hay que dejarlo pasar.

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