Versión 1:
Quizás su ecuación no era perfecta pero, desde que se conocieron y hasta el final de sus días, sólo fueron uno.
Versión 2:
Él se sentía nadie al lado de ella; sin embargo era quien, con su bien remunerado trabajo, hacía que las cuentas en aquella casa cuadrasen.
Versión 3:
El hombre invisible inició su strip-tease y la mujer con la que estaba sólo pudo sentir frío.
Versión 4:
Se miraba en el espejo. Eran dos, era uno y no podía evitar sentirse embelesado ante su imagen.
Versión 5:
…..
En conclusión, las matemáticas carecen de imaginación y la literatura jamás será una ciencia exacta.
Luisa Hurtado González
Me quedo con las dos primeras versiones y la conclusión.
ResponderEliminarEstoy con cybrghost, las dos primeras me gustan y la conclusión perfecta.
ResponderEliminarSaludos desde el aire.
La primera me encanta, Luisa. Y la tercera tiene su punto. Lo mejor para mi la conclusión. Frase lapidaria.
ResponderEliminarTe felicito
Genial.
ResponderEliminarLa posibilidad de respuesta es infinita.
Yo soy de ciencias asi que... que todo se pueda ver de otro modo me encanta.
ResponderEliminarGracias por las palabras, Luisa