viernes, 27 de mayo de 2011

¡Imbéciles!

-¡Imbéciles!
Se hizo el silencio en el callejón. Nicolás cerró los ojos en el instante en el que el primer pandillero se aproximaba. Intentó concentrarse y esperó. Cuando volvió a abrir los ojos, los cinco gamberros perseguían a sus amigos. ¡Habían pasado de largo! En ese momento, una gigantesca grúa cayó sobre él. Todavía no había llegado al capítulo en el que el Dr. Sirius explicaba que la invisibilidad iba acompañada de un proceso de imantación. Tampoco pudo leer que el efecto no era reversible si el sujeto estaba muerto, por lo que nunca encontraron el cuerpo del muchacho.

Budoson

8 comentarios:

  1. Es un magnífico ejemplo de lo que nos sucede cuando nos involucramos en asuntos acerca de los cuales no tenemos mucha experiencia.

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  2. Es un minirelato muy interesante, saludos

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  3. Gracias a los dos. Voy a echar un vistazo a tu blog, Mixha, que no lo conozco.

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  4. Jajaja, esa costumbre de no leer los instructivos. Muy bueno.

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  5. Hay que leerse las instruccionessss!JAJAJA,
    Yo nunca las leo son muy aburridas y por norma no hay quién las entienda.
    Me gustó.
    Saludos desde el aire:)

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  6. Me alegro de que te haya gustado, Rosa. Caramba, últimamente te veo por todas partes.

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  7. Será que nos gustan cosas similare?
    Saludos desde el aire.

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