Ella salió una madrugada de cualquier día sin luna, sin dejar huella alguna y decidió coger un tren hacia donde fuera.
Él recogió su mochila, salió sin mirar atrás y caminó hasta la estación, dejando tras cada paso las ganas de volver.
Se miraron a través de las vías de ninguna parte.
Él miró su vestido y pensó “mustia y triste”. Estaba harto de mujeres desvalidas que buscaban en cada hombre un salvador.
Ella miró sus botas de cuero y pensó “chulo y engreído”. Ya no quería hombres que la cuidaran y le dijeran lo que era o no bueno para ella.
Nunca supieron que eran el uno para el otro.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
4 comentarios:
El prejuicio lo mata todo. Me gustó el micro.
¿Quien podía saberlo?
Los únicos que podrían saber si estaban hechos el uno para el otro eran ellos mismos, pero no se dieron una oportunidad. A veces las primeras impresiones son certeras, pero no siempre es así.
¡Muy bueno Tonet!. La incomunicación es terrible. Puedes hablar mucho y no decir nada. Estas historias ocurren en el Mundo más de lo que se piensa.Un abrazo, compañera. Un gusto leerte.
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