Estampó de manera mecánica su firma en el papel. Se terminó de vestir poniéndose la chaqueta de su vestido preferido, el azul de Copenhague. Subió los dos escalones. Miró su reflejo en el cristal del ventanal de su despacho y sonrió con amargura al recordar la fascinación de Julia por las vidrieras. Se apretó con solemnidad militar el nudo a la garganta. Y, con la torpeza propia de quien no ha pateado una pelota en su vida, saltó del banco auxiliar que utilizaba para alcanzar los estantes altos de su biblioteca.
Pues bien, cual fue mi sorpresa cuando hace unos días abrí mi correo y vi un mensaje suyo en el que me enviaba un bonito diseño para El Microrrelatista. Me gustó mucho y es el que podéis ver en la cabecera de esta página.
¡Gracias Daniel!
lunes, 18 de abril de 2011
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Decálogo para escribir microcuentos (Robado de la Escuela de escritores)
1. Un microcuento es una historia mínima que no necesita más que unas pocas líneas para ser contada, y no el resumen de un cuento más largo.
2. Un microcuento no es una anécdota, ni una greguería, ni una ocurrencia. Como todos los relatos, el microcuento tiene planteamiento, nudo y desenlace y su objetivo es contar un cambio, cómo se resuelve el conflicto que se plantea en las primeras líneas.
3. Habitualmente el periodo de tiempo que se cuente será pequeño. Es decir, no transcurrirá mucho tiempo entre el principio y el final de la historia.
4. Conviene evitar la proliferación de personajes. Por lo general, para un microcuento tres personajes ya son multitud.
5. El microcuento suele suceder en un solo escenario, dos a lo sumo. Son raros los microcuentos con escenarios múltiples.
6. Para evitar alargarnos en la presentación y descripción de espacios y personajes, es aconsejable seleccionar bien los detalles con los que serán descritos. Un detalle bien elegido puede decirlo todo.
7. Un microcuento es, sobre todo, un ejercicio de precisión en el contar y en el uso del lenguaje. Es muy importante seleccionar drásticamente lo que se cuenta (y también lo que no se cuenta), y encontrar las palabras justas que lo cuenten mejor. Por esta razón, en un microcuento el título es esencial: no ha de ser superfluo, es bueno que entre a formar parte de la historia y, con una extensión mínima, ha de desvelar algo importante.
8. Pese a su reducida extensión y a lo mínimo del suceso que narran, los microcuentos suelen tener un significado de orden superior. Es decir cuentan algo muy pequeño, pero que tiene un significado muy grande.
9. Es muy conveniente evitar las descripciones abstractas, las explicaciones, los juicios de valor y nunca hay que tratar de convencer al lector de lo que tiene que sentir. Contar cuentos es pintar con palabras, dibujar las escenas ante los ojos del lector para que este pueda conmoverse (o no) con ellas.
10. Piensa distinto, no te conformes, huye de los tópicos. Uno no escribe (ni microcuentos ni nada) para contar lo que ya se ha dicho mil veces.
Envía tus microrrelatos de no más de 200 palabras a elmicrorrelatista@gmail.com. Se irán publicando los mejores.
4 comentarios:
Excelente. Da la impresión de un trozo de una novela de la cual uno quisiera leer más.
¿Se suicidó?¿en la biblioteca?¿por qué?
Estupendo, David. Una maravillosa narración de algo fatídico, quién sabe por qué... creo que es esencial ese apretarse el nudo a la garganta.
Abrazos
Carlos. Gracias. Sí, la verdad es que está planteado como el final de una historia.
Saludos.
MA. Sí. Sí. Y no sé por qué, qué motivos puede tener un hombre para suicidarse, muchos, tal vez Julia conozca la respuesta.
Saludos.
Ana. Gracias. La verdad es que sí ese nudo a la garganta, apretado con solemnidad es la clave del micro.
Besos.
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